El emprendimiento que volteó la mirada hacia la pandemia con las mascarillas de cobre
Para algunos la pandemia por covid-19 ha sido un dolor de cabeza que les ha llevado a la quiebra o en su defecto dejado sin empleo, sin embargo, del otro lado de la acera están los que se dieron cuenta de que se trata de una situación que no pasaría rápido y empezaron a trabajar en los planes necesarios para enfrentarla y conseguir lo que todos desean mientras llega la vacuna: protegerse.
Es así como surge el proyecto de la chilena Luz Briceño, quien años atrás se dedicaba al diseño de modas pero que luego decidió enfocar su trabajo en asuntos sanitarios, que, si bien iba con miras a la elaboración de textiles con propiedades antibacterianas, jamás se imaginó que iba a terminar fabricando decenas de mascarillas.
La empresa lleva por nombre The Copper Company y en principio pretendían dirigir su labor hacia los quirófanos específicamente, pero se dieron cuenta que había una necesidad, en medio de la pandemia, por crear mascarillas que pudieran brindar mejor protección a quien desee usarla.
En su web, este emprendimiento indica que “The Copper Company desarrolla textiles técnicos e inteligentes que buscan promover un estilo de vida basado en el bienestar de la salud, la higiene y la sustentabilidad, por medio de un diseño de calidad, funcional y confortable”.
Pero para quien puede estar preguntándose en esta parte si se trata solo de marketing, es importante que sepa que la Universidad de Berna realizó un estudio para comprobar si realmente estos tapabocas tenían algún efecto positivo y beneficioso en quien lo use y demostró que tiene una efectividad del 84.86 % en cinco minutos y 95 % en dos horas.
Sin embargo, hay que resaltar que esto no quiere decir que todas los cubrebocas de cobre tienen la misma característica; realmente depende de la cantidad de cobre que se coloque a las mismas, algo que hasta ahora solo se ha comprobado en The Copper Company.
E Doctor en Ingeniería Química, Luis Améstica, afirma que el cobre “en el caso de los hongos y las bacterias destruye la pared celular y, en el caso que logre penetrar, afecta sus procesos metabólicos haciendo que pierdan todos los nutrientes y en el caso del virus genera una oxidación de los lípidos y proteínas atacando así su ARN”.
La empresa chilena que ha visto crecer su emprendimiento en medio de esta situación de pandemia, apunta justamente que instituciones como la Universidad de Santiago de Chile y en Suiza se ha certificado la calidad de sus productos.